A unos cientos de metros hay dos piedras rúnicas, ambas erigidas por mujeres.

Junto al camino hay una gran piedra rúnica adornada con una cruz que nos dice que Frögärd erigió la piedra en honor a su marido Igul.

En el siglo XI, Torsten mandó hacer esta piedra en memoria de Halvdan.

Hace mil años, Ari, que vivía en la granja de Ramsjö, decidió erigir una piedra rúnica en memoria de su padre. Con el paso de los años, la piedra llegó a Edimburgo, donde ahora se encuentra. En 2014, se erigió una réplica de la piedra en su casa de Morgongåva.

Un monumento de casi tres metros de altura a un desastre vikingo.

En la piedra Altuna verás emocionantes historias ilustradas del mundo de los cuentos de hadas de la Edad Vikinga.

Para los estándares de las piedras rúnicas, ésta es una piedra rúnica particularmente minimalista.

En el campanario de la iglesia de Österunda se encuentra una de las muchas piedras rúnicas de Uppland. Como tantas otras piedras rúnicas, se reutilizó como piedra de umbral en la iglesia cuando se construyó en la Edad Media.

En la carretera entre Härkeberga y Skolsta hay una piedra rúnica que cuenta la historia de una persona que vivió en este mismo lugar, Kälsta, hace mil años.

En Bökstastenen se puede ver a un vikingo esquiando.