"Ari levantó piedras sobre Helmet su padre. Que Dios ayude a su espíritu".
Hace casi mil años, Ari, que vivía en la granja de Ramsjö, decidió erigir una piedra rúnica en memoria de su padre Hjälm. Encargó el trabajo al tallador de runas Erik, que se había hecho un gran nombre en Fjädrundaland (Fjärdhundraland). Erik es, por ejemplo, el autor de una piedra rúnica que se alza junto a Molino de Forsby y en una granja un poco más al sur, dos piedras gemelas se alzan una frente a la otra.
Sin embargo, esta piedra tenía una vida ligeramente distinta.
Estuvo solo durante mucho tiempo, pero no se sabe exactamente dónde. Sin embargo, en algún momento de los siglos XVII o XVIII, el entonces propietario de la granja de Ramsjö parece que la trasladó al patio contiguo a la gran casa amarilla que ahora se alza en el lugar.
Uno de los hombres más cercanos a Gustavo III, George Seton, vivió con su hijo Alexander en el castillo de Ekolsund en el siglo XVIII. En algún momento, Alexander estuvo en los alrededores de Morgongåva y vio la piedra rúnica con la gran cruz. La razón no está clara, pero en 1787 Alexander Seton transportó la piedra a través del Mar del Norte hasta Edimburgo, en Escocia. ¿Quizá quería impresionar a la gente del viejo continente? Desde entonces, la piedra ha permanecido bajo los muros del castillo de Edimburgo y, con el paso del tiempo, ha caído casi por completo en el olvido.
La Asociación de Amigos de los Vikingos de Morgongåva, sin embargo, consideró que la piedra pertenecía a Morgongåva y contrató a su propio tallador rúnico y experto en historia, Kalle Runristare, de Adelsö, para organizarlo. Kalle viajó a Edimburgo para estudiar la piedra en detalle y, una vez de vuelta en Suecia, encargó un bloque de granito de 1,2 toneladas y se dispuso a crear una réplica exacta.
Con gran pompa y circunstancia, la piedra se erigió el 20 de septiembre de 2014 en el pequeño parque situado junto al ferrocarril en Morgongåva. El parque también se ha restaurado con nuevos caminos de grava, bancos y parterres, haciendo visible la piedra en un entorno acogedor.

