En la granja ecológica Fröslunda, los animales tienen libre acceso a los pastos naturales en verano y en invierno sólo comen forrajes bastos, lo que produce una carne fina y rica en Omega-3.
Los animales se sacrifican y despiezan localmente y se almacenan en sus propias cámaras frigoríficas hasta que se entregan a los clientes.