La iglesia de Simtuna está situada justo al lado de la ruidosa carretera 70, pero ya al cruzar el cementerio, con sus cipreses erguidos, se respira paz y tranquilidad.
La iglesia comenzó a construirse en el siglo XIII, pero muchos periodos posteriores han dejado su huella. En el interior de la iglesia hay pinturas de bóveda de la década de 1460 realizadas por el llamado maestro Ärentuna.
La iglesia está recién renovada y se reabrió en 2011.